"El señor Presidente" coqueteo de Miguel Angel Asturias al surrealismo
Miguel Ángel Asturias 09/06/2020
El 9 de junio de 1974 murió Miguel Ángel Asturias.
Hoy hace cuarenta y seis años. Precisamente hoy terminé mi lectura de El señor presidente (1946). Novela inaugural de
aquel género de narrativa hispana que explora las dictaduras latinoamericanas. La
novela de dictador que nos presenta Asturias resulta ser un ejercicio interesante
en el que explora la conciencia e inconsciencia del guatemalteco. La influencia
del surrealismo en la voz del narrador lleva a transfigurar la realidad a estados
oníricos en los que el lenguaje nos lleva a transitar de la vigilia al sueño.
La reflexión acerca del dictador se va tejiendo en
tramas de conspiración, abuso de poder y relaciones amorosas. Desde la historia
de un allegado o un conspirador enemigo del Presidente se percibe cómo
gobierna el líder y para quién, además de su estrategia de miedo y violencia para
perpetuarse en el poder. Con la imagen de un hombre que siempre porta ropa
oscura nos imaginamos a un hombre malvado y patético que mueve los hilos del
poder mientras su pueblo se debate en la mala fe de detestarlo mientras le
celebran discursos en su honor.
El narrador no hace una mención directa de Ciudad de
Guatemala pero la figura de Manuel Estrada Cabrera quien gobernó 20 años (1998-1920)
al país me hacen pensar que la experiencia del autor se hacen presente en la
novela. Y aquí la experiencia resulta ser un tema importante, el conocimiento
que nos es licito explorar y tener nociones del mundo es el que nos llega por
los sentidos. La pobreza y la desigualdad se sienten en el hambre, en la piel. La
prosa de Asturias no solo busca crearnos una imagen mental busca que tengamos
una experiencia sensorial con el tacto y el olor. La ideología del dictador la
sientes en el cuerpo a través de la desconfianza y el miedo. La ideología del
dictador se instala sobre el cuerpo y luego sobre la mente, limitando la
existencia: “Y con lo que tenemos podemos vivir en cualquier parte; y vivir, lo
que se llama vivir, que no es este estarse repitiendo a toda hora:
<<pienso con la cabeza del Señor Presidente, luego existo, pienso con la
cabeza del Señor Presidente, luego existo…>>” (Asturias, Círculo de lectores p.269).
Desprenderse de las ideologías también requiere un análisis sensorial, la idea
en relación al cuerpo.
La novela se abre camino a través de una oralidad
que pone de manifiesto el interés del autor por conocer la jerga de las clases
populares; un glosario al final de la obra nos permite comprender distintas palabras
propias de la Guatemala de primera mitad de siglo XX. También es posible decir
que es una novela que podría cantarse… ¡Cante,
compadre cante!... la oralidad juega entre coplas populares y poesía de
distintos niveles. El estilo de Asturias en esta obra aun presenta elementos de
la estética modernista junto a unas técnicas oníricas surrealistas hace visible
la oralidad popular de su país. En este sentido el texto es vanguardistas y
creo que hoy nos puede dar lecturas refrescantes para reflexionar la historia política
en relación al cuerpo.
Manuel Estrada Cabrera Presidente de Guatemala entre los años 1898 y 1920. Vive durante el terremoto que destruye la Ciudad de Guatemala |
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