William Burroughs: Drogas y homosexualidad



Siempre he considerado a William Burroughs como una de las figuras más oscuras de la denominada "Generación Beat". La sombría mirada desinteresada que refleja su retrato, el asesinato de su esposa Joan, su pasión por las armas, su escritura corrosiva, antigramatical e infecciosa, componen la imagen de escritor maldito gringo de mitad de siglo XX, época que como canta el juglar del country Bon Dylan:  The Times They Are A Changin'. 


Una figura enigmática que influyó notablemente en toda una generación. Con nostalgia vemos sus fotografías con figuras como los escritores Allen Ginsberg, Jack Kerouac, o para la portada de Esquire cubriendo el Chicago del 68 con Jena Genet, Terry Southern y John Sack; con la cantautora Patti Smith, Mick Jagger, el multifacetico David Bowie, o en su época de madurez al lado de Kurt Cobain; o junto a los artistas Jean-Michel Basquiat y Andy Wharhol. La influencia oscura y rebelde de Burroughs se inserta en la cultura norteamericana como una máquina infecciosa para el sistema moral de la Norteamérica de la posguerra que aun desvaría con el ideal del sueño americano. 


William Burroughs bajo el lente de Richard Avendon
Es la época del macartismo (1950) y ser homosexual es una enfermedad mental, ser comunista es un delito, así como era mal visto ser judío o negro. Es en está época en que Burroughs escribe Yonqui y Queer. Dos novelas de tinte autobiográfico en las que narra sus experiencias como adicto a la heroína, como homosexual y como buscador de la ayahuasca. En ocasiones, junto a Naked Lunch (El almuerzo al desnudo), se leen como parte de una trilogía esta última es considerada la novela experimental por excelencia y una de las grandes obras de Burroughs. Pero es en Yonqui y en Queer donde se crea un alter ego, William Lee, y donde comienza a infectar el germen de la escritura en la descontrolada vida del autor. 

Yonqui resulta ser el retrato sincero del ingreso de un hombre al mundo dela droga, y con droga se refiere a la heroína, aquella que cambia el metabolismo del cuerpo volviéndolo dependiente a dicha sustancia. Al uso de sustancias alucinógenas Burroghs las ve como una experiencia de búsqueda interior, más adelante ofrecerá una defensa a la marihuana en su ataque contra el sistema burocrático.
"¿Qué hace que alguien se convierta en drogadicto?
La respuesta es que, normalmente, nadie se propone convertirse en drogadicto. Nadie despierta una mañana y decide serlo. Por lo menos es necesario pincharse dos veces al día durante tres meses para adquirir el hábito" (Yonqui). 
"¿Por qué empieza alguien a usar estupefacientes? ¿Por qué sigue usándolos hasta convertirse en adicto? Uno se hace adicto a los narcóticos porque carece de motivaciones fuertes que lo lleven en cualquier cosa dirección. La droga llena un vacío...Nadie decide convertirse en yonqui. Una mañana se levanta sintiéndose muy mal y se da cuenta de que lo es.
Jamás he lamentado mi experiencia con las drogas. Creo que gracias a haberlas usado de modo intermitente en la actualidad mi salud es mejor de lo que sería si nunca las hubiera probado. Cuando uno deja de crecer, empieza a morir. Un adicto nunca deja de crecer" (Yonqui). 

No hay aspiraciones trascendentales o lastimeras para volverse adicto, fue una decisión que se tomó, un modelo de vida que se adoptó sin justificaciones, sin sentimiento de culpa moral. A lo largo de la obra corremos por los bares, las callejuelas, los grupos de ladrones que frecuenta Lee. Se describe la forma en que se consigue y en que se consume la droga, los periodos de abstinencia. Todo bajo la mirada del protagonista, William Lee quien desde la primera persona relata desde su infancia hasta el viaje a México. El proceso de adicción y de limpieza. La trama gira en torno a esta exploración de forma de vida. 

Queer, centrada en los deseos homosexuales del protagonista, narra la estancia en México y el viaje a Sudamérica en búsqueda de la yahuasca del ya nombrado William Lee. En esta novela corta el deseo aparece como algo incontrolable. El protagonista ya con 40 años a puesto como objeto de su deseo aun joven que conoce en un bar, Allerton. 
"Lee miró las manos delgadas, los hermosos ojos de color violeta, el rubor de excitación en la cara de niño. Una mano imaginaria se proyectó con tanta fuerza que costaba creer que Allerton no sintiera la caricia de unos de ectoplasma en la oreja, el roce de unos ilusorios pulgares alisándole las cejas, apartándole el pelo de la cara. Ahora las manos de Lee recorrían las costillas, el estómago. Lee sentía la punzada del deseo en los pulmones. Tenía la boca entreabierta, mostrando los dientes mientras ensayaba el gruñido animal perplejo. Se relamió los labios" (Queer). 

Según cuenta Burroughs en el prologo a la edición de 1985, durante el periodo en que escribió la obra se encontraba en un periodo de abstinencia. La novela comienza luego de un hecho no nombrado, la muerte de la esposa de Lee bajo su propia mano. Al parece William Burroughs se siente cómodo jugando a ser su alter ego. Pues realmente es él quien le disparó a Joan su esposa el año de 1951 en Ciudad de México. Y cuenta en dicho prologo que es aquel suceso que cambia la vida de Lee hacía la escritura.
"Todo me lleva a la atroz conclusión de que jamás habría sido escritor sin la muerte de Joan, y a comprender hasta qué  punto ese acontecimiento ha motivado y formulado mi escritura. Vivo con la amenaza constante de la posesión, y la necesidad constante de librarme de la posesión, del Control." (Queer).

A lo largo de la obra no suele hacerse mención explicita de la muerte de Joan. El protagonista ha centrado sus deseos en un joven. Al igual que con la droga en Yonqui la actitud del protagonista no es ningún momento la de una victima. La obra de Burroughs se cierne sobre el mal. No hay culpa ni vergüenza, hay en cambio orgullo y desprecio por la pobreza y el subdesarrollo del sur. La palabra Queer en inglés significa torpe, raro, marica, es un insulto que ha sido apropiado y utilizado en sentido de orgullo. Sin embargo, como se ha dicho,al autor no le interesa la discusión 
 El tono de la novela es burlesco. A diferencia de Yonqui, esta obra se encuentra narrada en un primer momento en tercera persona, para pasar a la mirada subjetiva de Lee. En estas primeras obras de Burroughs si bien no tienen un trama convencional para la época, si llevan una línea del tiempo fácil de seguir. Aun no estamos ante los experimentos de cut up con los que se consagrará Burroughs como un experimental escritor de siglo XX. 

Cuando desde el siglo XXI volteamos la vista al momento de la contracultura sonreímos ante la rebeldía, ante el cambio en las formas de vestir, ante la nueva música que se gesto, ante la exploración hippie de las drogas, del amor y de la vida. Pero pienso que cuando Burroughs escribió la obra no se pensaba dentro de un movimiento de contracultura. Su escritura temprana muestra el deseo de hablarle a alguien lo que ha sido su vida. Hay un momento de Queer en el que se dice que Lee más que buscar a un amante busca a un publico, alguien a quien hablarle alguien que se de cuenta de que estás vivo, de que estás pinchandote o emborrachando mientras inventas miles de aventuras cada minuto. La obra de Burroughs se encuentra más en la exploración de otras formas de vida. La obra nos muestra que no todos los homosexuales son como los describían los manuales médicos que la clasificaban como una enfermedad contagiosa. Que por más leyes, imposiciones morales, siempre habrán otras formas de vivir, otras formas de ver y de sentir el mundo, así sean llevadas por la decadencia, por la locura,la soledad y la perdición,la esencia del mal en la condición humana. 





David Bowie y William Burroughs para el fotógrafo Terry O'Neil

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