Simón del desierto, Buñuel y el asceta

Simón del desierto (1965)  Luis Buñuel.

Esta película inacabada de Luis Buñuel trata acerca de un tipo harapiento y de gran barba cuyo nombre es Simón. Este tipo es llevado por unos monjes a una gran columna en medio del desierto. En ella pasará una temporada rezando y ayunando, tratando de llevar una vida asceta para encontrar una comunicación directa con Dios. Se trata de un prototipo de mártir cristiano, pero no es un hombre siguiendo las enseñanzas del cristianismo sino el asceta que niega la vida y al yo para alcanzar "la perfección". La película dura 43 min. es en español y se desarrolla en un desierto mexicano, ignoro las coordenadas del lugar.
Se trata de un visión del cristianismo negativa, y lo es en la medida en que niega vivir, niega comer, niega hablar con el prójimo, niega moverse por la tierra, niega estar con su madre y familia, niega la belleza física, niega los placeres corporales... La persona se concibe como pecadora y busca la gracia divina absteniéndose de ser humano. El ascetismo no es exclusivo del cristianismo el budismo y la tradición de espiritualidad oriental también busca negar al ego para alcanzar la espiritualidad. Se trata de negarse de placeres para dejar de sentir el dolor del mundo y la culpa del pecado. Ayunar y olvidarse del ego a tal punto que la persona se olvida del dolor y de la sensación del hambre, la mente deja de preocuparte por el cuerpo y busca llegar a un estado de contemplación. 

Me parece interesante estas formas de vida, aun hoy que pasamos tiempo encerrados por concepto de cuarentena. Sin embargo, me parece inhumano este estilo espiritual, juzga al prójimo y se juzga a sí mismo de una forma absurda. No volví a asistir a la iglesia, pero comparto aquella enseñanza del evangelio de ayudar al prójimo. Considero que no hay nada más importante en la filosofía que la reflexión ética. El ser humano arrojado en el mundo es un cuerpo con necesidades que vive en comunidad y por ende necesita crear comunidad. Luchar por la igualdad y la dignidad humana me parece el valor principal que todo cristiano debería seguir, y aún si no se deviene cristianismo, es una obligación de ser ciudadano. 

A lo largo de toda la película Simón es tentado por el diablo. Tentado con el placer de la carne, infringiendo dolor contra su cuerpo, falsas acusaciones. Una mujer de larga barba le afrenta le seduce. 

Invito al lector a ver la película. En poco tiempo puede reflexionar conmigo sobre la espiritualidad algo arcaica del asceta cristiano. ¿Por qué al hombre contemporáneo le molesta buscar otras formas de conocimiento y espiritualidad que impliquen esfuerzo y dedicación? Esta practica actualmente parecería de locos, de esquizofrenicos, lo de hoy es comprar la felicidad, tenerla en placeres que se consiguen en el Centro Comercial. Pero acaso no podemos buscar otras formas de vivir sin consumir y de se modo que una parte de la economía no dependa del mero consumismo (pensamiento en medio de la cuarentena de un joven preocupado por su compatriotas sin empleo). 

Antes de cerrar, quisiera decir que hay una escena en la película en la que todo cambia y confunde, como suelen hacer las películas de Buñuel, los personajes se encuentran en un lugar y sin aportarle a la trama se van a otro sitio,-pero no lo veamos como algo fortuito, veamoslo como una forma en la que el director está pensando la idea que nos quiere presentar-. En este caso, la lucha de Simón contra el pecado en el desierto, cambia y nos encontramos en medio de un bar de una gran metrópoli. Es la época contemporánea y hay mucha gente bailando frenéticamente, bailan rock n´roll. Luego de toda una película negando el cuerpo y evitando la tentación de la carne resulta contrastante ver a una juventud llena de vida entregándose a la enajenación del movimiento corporal.

 De tanto símbolos que llenan la película es quizá este el que más se me ha quedado grabado. Simón sentado en la mitad del bar con la mujer que le ha tentado, el diablo con tacones, le prendé un cigarro y le pregunta -¿Qué baile es? - Carne Radioactiva, le contesta, es el último baile, el Último Gran Baile. Simón quiere ir a casa pero la mujer (diablo) le contesta, "te aguantas hasta el final", mientras se para a bailar con un joven. EL tono y la mirada nos confieren que quiere decir algo. Dentro de esta conversación se encierra un pacto extraño entre Simón y el diablo. Simón un alma sincera y honesta con los preceptos que dice pensar y trata de poner en práctica. No le interesa el mundo ni nada de lo que este pueda ofrecerle, sin embargo este se mueve y crece a su alrededor. 

Mientras me encuentro encerrado esperando que la situación del Covid mejora, aún cuando esta apenas empieza en Colombia, siento una tristeza por no poder salir a bailar como la juventud del vídeo. Hay quienes nos sentimos seducidos por las filosofías que preponderan la vida y al cuerpo sobre lo espiritual, o tal vez creemos que el cuerpo es la espiritualidad y el movimiento de este es también producción de pensamiento. 

Como fuere, al terminar la película queda latente la pregunta:¿Qué pasó Simón en el desierto?
Tal vez pacto ser asceta hasta el final de los tiempos y soportar lo vacío del mundo.
Tal vez cayó en tentación y desgracia.
Tal vez al igual que ese pasaje bíblico el diablo le tienta mostrándole las riquezas del mundo. 
No lo sabemos la película no fue terminada, ha quedado como una obra abierta a nuestra especulación. Pero aun así deja abierto nuestros pensamientos para la reflexión.